Porco ¿una banda inculta?

En un foro, alguién (me) dijo que Porco es una banda de incultos. Y es por eso que decido dedicarle un lugar, en este poco concurrido (o no concurrido) blog.


Porque se puede decir cualquier cosa de Porco, menos eso. Se puede decir que es asquerosa, impúdica, que es demasiado dificil de escuchar, que es mucho ruido (aunque no pocas nueces), etc. ¿Pero inculta? Rara vez en Argentina aparece una banda de crítica social (Por favor, que no nos vendan las etiquetas de A77aque, y la Bersuit), me refiero a verdader crítica social. Politización del arte decía Walter Benjamin. Porque pocas veces la crítica social esta condecida por la forma, el sonido, los detalles, el concepto propuesto por la banda. No hablo de una banda propagandista, sino, una banda de descarga social. Pero bien, para que no nos digan incultos vamos a contextualizar a Porco, y entender en parte el sonido y la intención lírica de la banda.

Años 90 y pico. Auge del Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirido, en latinoamérica. Gabo dijo que muchos amigos y conocidos de la banda estaban infectados, e incluso algunos, morían de SIDA. El palacio del sexo se desmorona, el amor es exiliado del paraíso, el sexo se vuelve un tabú visceral. "Soy el virus moderno" dice Porco, "la aguja compartida y la cama de tres sobre tus cejas. Soy el himen de hierro, la pija chiquita, la clave escondida y la verguenza negra." Porco está infectado (no los integrantes) de un virus que ataca desde el lugar más placentero. Porco es eso, una banda que desborda cultura. Una cultura que se pudre y se muere. Gabo dijo en una entrevista "La banda sonaba cada vez mejor, y yo me sentía cada vez peor."
Pero no se confundan, Porco es ópera, ficción, Wagner. Porco no es verdad, Porco es postura (todo es postura). Sin embargo, entre toda esa postura, afloran los vestigios de la banda, de los integrantes. Entre toda esa armadura ficcional, asoman pedazos de piel, fregmentos íntimos y personales de los integrantes. El ambiente es super denso, ellos se sienten así de feo, tan feos como suena Porco. Porco grita, llora, se lamenta. Es pesado, sucio, atonal, es un grito que rasga el interior de la tumba de los 90. Cada vez más denso, cada vez más difícil, cada vez más tremendo. Se convirtió en lo que no quería, una banda de culto. Una banda de la cual la crítica solo concebía elogios. Una banda a la cual no iba a ver mucha gente.
Después de sacar el segundo disco, en un recital en el Bauen, Gabo Ferro, mientras cantaba el tercer tema, se queda mudo. Deposita el micrófono en el suelo "como si fuera un bebé" (Dice Gabo), y se baja del escenario, y se va del Bauen, y se va de Porco, y se acaba la historia. Gabo dijo en una entrevista "Y resulta que ahora todo el mundo dice haber visto el momento en que me quedé mudo".
Lo demás es historia sabida, Gabriel Ferro abandona la música por siete años, en los que se dedica a estudiar Historia, hizo el doctorado y blah blah blah. Su tesis "Sangre, monstruos y vampiros durante el segundo gobierno de Rosas" gana varios premios y créditos (entre ellos una Mención Honorífica del Fondo Nacional de las Artes en 2005). Actualmente, le va muy bien con su proyecto solista, sacó 4 discos, que nada tienen que ver con Porco (por lo menos en un plano más concreto).
Ahora, de nuevo ¿Porco una banda Inculta?


PD: Al margen de Porco, los quieran saber quien es Gabo Ferro (o los que saben quién es y les interesa verlo en vivo) este sábado está tocando en el festival Ciudad Emergente junto a Flopa, es gratis, vayan, lo van a disfrutar.

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