Porco, o el documental apócrifo sexovisceral.

A veces, cuando escucho música con propuestas como porco -es decir puramente ficcionales, que relatan pequeñas historias, o desarrollan brevemente personajes-, pienso en un género -tanto por la letra, como por la música-. El tema que sigue es un tema muy raro. Porque está lejos de ser una comedia, pero le da un enfoque que puede resultar gracioso, por lo irónio -o porque dice pija-. Ahora bien, antes de seguir, dejo la letra (lo que yo transcribí según lo que entendía):

La Católica

Agradecen milagros.
Santa tu limosna de Semen.
Tu esperma santo se usará para
hacer más fieles y más santos.
Todo el equipo reza por
tu santa leche perpetua.

El más allá está acá,
en tu pija profunda que
se esconde para cargar.
Que se esconde para cargar.

Vírgenes y suicidas comparten el suplicio
de no poder provarte.
Chupan ruidosamente, conchas potencialmente
muertas y abiertas.
Un varón es un varón, disfraza la tortuga
y disfruta el canto.
Pero vos no vivirás para siempre
en la casa de tu fiel procreadora
que no deja ver nuestros
padres nuestros de el altar.
Humano pornográfico sagrado.
Amplifica, amplifica, amplifica.

Distritos gregorianos contras sus nalgas blancas,
y el empuje permanente, doloroso, insuficiente
que acabará, y acaba, y acaba.
Y acaba en un ejercito de cruces hoy blancas que
gruñe contra los vitró y hace abrir las bocas
a las viejas coristas que se conforman
con esas gotas que no dan en el blanco
blanco, blanco, de su clitoris centro.

¡Pero no descanses, porque tu fe es la fe verdadera,
la que yo no conozco, pero intuyo!

http://www.sergioalvarez.com.ar/porco/mp3porco/14%20-%20Porco%20-%20Porco%20-%20La%20Catolica.mp3---> acá lo escuchan, pueden ir cantándolo si quieren (?).

Es una historia rara, tratada con sarcasmo, y con un realismo descriptivo casi documental. Las imágenes mentales en la primer escuchada suena apenas tangibles. Pero cuando escuchás detenidamente, es casi Pornográfico, no por lo sexual, sino por lo explícito. El sexto sello de Bergman, pero versión visceral e hiper realista (claro está, por el poder de las imágenes, y no porque esté basada en hechos reales). Es eso, un documental apócrifo sobre una secta que disemina creyentes. El narrador se muestra distante, pero presente de los rituales. Las emociones en la voz de Gabo tienen rastro de ciclotimia, y lo que arrancó siendo un blando tema con retrogusto religioso (¡qué lejos que está de vox dei!) termina siendo una furiosa descripción super precisa, eyaculando en forma de consejo hacia algún personaje de ese mundo creado, super extraño.
Definitivamente se podría hacer una analogía entre este tema y el acto sexual. Pero no quiero ser muy obvio.
Porco te coje. No hay vuelta que darle, te la manda de a poco, y cuando te querés dar cuenta ya te sangran los oídos, porque no sos virgen (esta claro que si fueras vírgen jamás te gustaría porco) ni sos suicida (porque si hay algo que Porco no es, es Emo).